Cuando uno duerme doce horas, indudablemente se despierta de buen humor. Nada de alarmas, nada de prisas por llegar (o no llegar) al trabajo... Sólo abrir los ojos y darse cuenta de que el cuerpo ha descansado lo suficiente. Eso, amigos, es un buen comienzo. Pero aun hay más.Procedo a relatarles la experiencia "desayuno continental": una experiencia única que ayuda al autoconocimiento, la autoconciencia, la autopercepción positiva y cualquier otro auto que se os ocurra y que haga referencia al tema en cuestión.
Para empezar, tenemos la teoría del café perfecto. ¿Sabéis cuando le dais el primer sorbo al café en la mañana, y tiene la cantidad exacta de azúcar- o miel-, la mezcla de café y leche es perfecta, y la temperatura esta lo suficientemente fría como para permitirte beber pero lo suficientemente caliente como para que el calorcito recorra todo tu cuerpo? Eso es, señoras y señores, un café perfecto. Y estoy seguro que en repetidas ocasiones habréis estado ante uno de estos rarísimos ejemplares y no os habréis percatado de la suerte que teníais al beberlo. Reflexionen, pues.
Cualquier cosa que le añadas a un café perfecto va a ser una delicia. Pero si lo acompañan con unas galletas rellenas de chocolate de cierto supermercado llamadas Rebuenas, la cosa se convierte en un autentico placer. Y es que, por primera vez en la historia de las galletas de supermercado, el nombre hace justicia a la galleta. Consejo para avanzados en la experiencia desayuno continental: recomiendo dejarlas en la nevera para un mayor contraste de temperatura entre el café y la galleta.
Por último, unas tostadas con mantequilla y mermelada de naranja dulce pueden hacerte llegar al clímax. Si además, tu mantequilla es como la mía, y comprando una tarrina ayudas a un niño somalí, no sólo estarás ante una maravillosa tostada de un maravilloso desayuno, sino que habrás sido solidario antes de quitarte el pijama. Y no sólo eso; ya que el hombre tiende a compararse para valorarse, viendo la tapa de esa tarrina puedes comprobar la suerte que tienes: un techo, (más o menos) dinerito en el banco, una cabeza amueblada, dos brazos, tres piernas y toda la vida por delante son unos premios más que jugosos que no todo el mundo tiene. Y además, ahora, conoces el secreto de la felicidad: La experiencia desayuno continental.
Y por último, unas recomendaciones, aunque más que un Should, son un Must
Now Watching: Weeds 4th Season
Now Listening: The Last Shadow Puppets
Nos Reading: Kafka en la Orilla